Explicamos la poética letra de la canción Mediterráneo, de Joan Manuel Serrat.
Tal vez la mejor canción del pop español, su letra es casi un poema. Y lo digo yo, que nací en el Mediterráneo, nací en el Mediterráneo...
Mediterráneo.
Quizás porque mi niñez
sigue jugando en tu playa
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por donde quiera que vaya.
Y amontonado en tu arena,
guardo amor, juegos y penas.
Serrat empieza explicando lo ligada que está su juventud con el Mediterráneo. De algún modo, nos dice que, al haber conocido este mar de tan cerca desde su niñez, este es parte de él. Es casi una extensión de su corazón, después de haber vivido en él tantos amores, juegos y penas. Qué mono, este Serrat.
Yo, que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno
que han vertido en ti cien pueblos
de Algeciras a Estambul
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno
a fuerza de desventuras.
Tu alma es profunda y oscura.
De tanto remojarse en las aguas del Mediterráneo, dice que él mismo sabe a mar. De nuevo, el mar es parte de él. Es genial cuando dice que el mar son las lágrimas acumuladas de todas las civilizaciones que lo rodaron. Cosa que, en realidad, es más o menos cierta, pues el mar es alimentado por los ríos.
Nos dice que el Mediterráneo, en invierno, parece triste (para que pintes de azul/ sus largas noches de invierno/ a fuerza de desventuras). El alma del Mediterráneo, dice, es como el propio mar: algo profundo y oscuro.
Serrat también creó una canción sobre la Elegía de Miguel Hernández, poema que analizamos en el blog.
A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino.
Soy cantor, soy embustero;
me gusta el juego y el vino;
tengo alma de marinero.
¿Qué le voy a hacer, si yo,
nací en el Mediterráneo?
Nací en el Mediterráneo.
Nací en el Mediterráneo.
De nuevo, demuestra que el Mediterráneo es parte de él. Tanto, que es parte de su personalidad. Que no tendría sentido que él no fuese cantor y embustero, que no le gustase el juego y el vino ni tuviese alma de marinero. Porque al haber nacido en el Mediterráneo, es Mediterráneo. Qué emotivo, este Joan Manuel.
Y te acercas, y te vas
después de besar mi aldea.
Jugando con la marea,
te vas pensando en volver,
eres como una mujer
perfumadita de brea.
Que se añora y que se quiere;
que se conoce y se teme.
En esta preciosa estrofa, Serrat compara al Mediterráneo, obviamente, con una mujer que juega con él, marchándose y volviendo. Es que él es un romántico, qué adorable.
Ay, si un día para mi mal
viene a buscarme la parca
empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.
Y a mi enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo,
en la ladera de un monte
más alto que el horizonte,
quiero tener buena vista.
Mi cuerpo será camino
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista.
Serrat dice que cuando muera lancemos su barca al mar para que se pierda en él. Tal vez porque a una barca, si no tiene marinero, solo le queda el mar. Él, en cambio, quiere que lo entierren en una montaña 'más alta que el horizonte'. Porque solo así, mirando más lejos del horizonte, pueda ver el Mediterráneo entero. Y nos cuenta que también la costa es parte de ese mar, y que quiere convertirse en parte de él -pero esta vez literalmente-, sirviendo literalmente de abono para los pinos y las flores. Bueno, un poco gore.
Cerca del mar, por que yo
Nací en el Mediterráneo.
Nací en el Mediterráneo.
Nací en el
Mediterráaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaneeeeeeeeeeeooooooooooooooooooooooooooo.
¿Qué hay que decir sobre esta última estrofa? Hala, apañado.
Hasta aquí el análisis de esta gran canción, hasta pronto!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!