domingo, 25 de febrero de 2018

Mi poema 'Romance costero'. ¿Te lo vas a perder?

Hoy, os escribo este poema sobre una gaviota que una vez amó una pescadora, y las consecuencias de un amor inconfesable.

Romance costero

Planeando con soltura,
que un faro a más altura,
cayó una cometa, cual gaviota
tal vez gaviota cual cometa,
que estable y parsimoniosa,
graciosa en el atardecer se acuesta.

Rojo el cielo, rojo el agua,
rojas las mejillas de Laura,
y ese pico rojo que tras las olas, 
aunque algo tímido se muestra.

Latiente y nervioso,
de la gaviota el corazón rojo
siguiendo no sé qué antojo,
se fue en la barca a montar.

¡Pobre gaviota enamorada,
su celestina, la mar salada!

Levaba anclas...
¡no niña, no las leves
hoy que te arrepentirás con creces!
Sacaba Laura las redes.
Ya solitos con el agua.

Se tambaleaba la gaviota,
le marea el golpear de su alma
¡Tan cerca y tan lejos,
su corazoncito y el de Laura!

Pensaba
entonces, soñaba
hacer boca de su pico
perder plumas por dedillos
tener brazos por alas,

cuando de pronto vio un brillo metálico
de letal mercurio salado,
plata hecha de agua,
entrando al fondo de la barca.

Empezó a graznar el pajarito,
avisándola, pobrecito,
maldiciendo al mar por no enseñarle el idioma
del ser humano a la gaviota.

Tanto le dolió que su pico
no pudiese entonces trazar palabra
que se dibujó dos humanas lágrimas
y por ser humanas se sintió rico.

Y reía tan alegre cual persona
por cual persona haber podido llorar
que le llegó el agua a cubrir
y olvidó para huir volar.

Y si en tiempos venideros
encuentran buceando con esmero
un arrecife con forma
de dos tristes personas;

sepan entonces, una fue gaviota,
y la otra esta narradora esculpida en roca.


poema-mar-gaviota-romance-dario


Yo, Darío Bejarano Paredes, Atoman.

domingo, 18 de febrero de 2018

El poema 'Al cubito de hielo', escrito por mí.

Al cubito de hielo

Agua congelante,
iceberg cayendo por delante
dotando al verano de fresco,
refrescando al mismo refresco.

En tónica, zumo y sangría,
cuadriculado para helar cada día
este pedazo glaciar que efímero anida
en la bebida,
siempre altruista, 
para derretir su vida.

En chichón, en cicatriz,
 en reciente herida.
Y aunque punce con su frío febril,
es la aguja que nos cuida.

¡Por qué, cubito de hielo,
sacrificas tu vida por mi refresco!

darío-bejarano-poema-cubito-de-hielo


La próxima vez, piénsalo antes de pedir que le pongan hielo a tu Coca-Cola...

domingo, 11 de febrero de 2018

El tren. Microrrelato sobre el miedo, la libertad y el poder destructor del olvido.

Un microrrelato sobre los límites de la mente del ser humano, y las fuezas invisibles que controlan nuestras mentes sin que podamos hacer nada.

Amancio Volga se encuentra encerrado en una estación. Hay una manera de salir, pero él sigue allí durante años y años. ¿Por qué?

Espero que disfrutéis leyendo este microrrelato tanto como yo disfruté al escribirlo. No os olvidéis de seguirme en el blog y leer todas mis entradas!

El tren.



Los pistones comenzaban a empujar las ruedas. Un silbido cortaba el silencio. El humo bailaba con el aire una vez más mientras otro tren dejaba la estación. Todos habían marchado hacía ya años, menos él, que dejaba que de nuevo aquel tren marchase sin pasajeros.

Y es que cuando los hombres mueren no van al cielo, sino a aquella estación gigantesca cuya única salida estaba en coger uno de esos ferrocarriles. Allí dentro había todo aquello que uno podría necesitar jamás, desde comida de cualquier tipo a entretenimiento variado, de lujosos restaurantes donde la comida se servía y cocinaba por arte de magia, hasta cines donde los últimos éxitos de la gran pantalla se proyectaban solos sin que ningún proyeccionista hiciese nada, y una enorme biblioteca donde uno podía encontrar cualquier libro que se le viniese a la mente.

Cuando Amancio Volga llegó allí, miles de personas transitaban los pasillos de la estación. Pero hoy ya todos habían cogido alguno de esos trenes. ¿Qué por qué? Porque ni en aquellos cines, ni en aquellos restaurantes, ni en aquellos grandes y suntuosos pasillos que se proyectaban hacia el casi infinito espacio de la estación se conseguía la más primordial necesidad del ser humano: la libertad.

Y si Amancio seguía allí, no era porque allí fuese feliz, por mucho que él intentase convencerse a sí mismo de que sí lo era. Pero no, lo que lo retenía allí era el Miedo. El Miedo a embarcar en ese tren sin ni siquiera conductor, sin ni siquiera tal vez destino, sin ni siquiera alguna explicación.

Porque el verdadero miedo solo es vencido por una cosa.

Cuando Amancio Volga se miró al espejo y no se reconoció a sí mismo, comenzó a tener que empezar a hacerse preguntas, solo porque estaba olvidando las respuestas. Olvidó si de verdad había habido algo antes de llegar allí. Olvidó si alguien alguna vez le había dado un nombre. Olvidó incluso si de verdad había alguien más ahí fuera. Olvidó, olvidó, olvidó… Y cuando no recordaba nada más allá de su último día de estancia en la estación, empezó a creerse que aquel día era toda su existencia, y de tanto creerlo dejó de parecer un anciano, y cada vez pareció más joven.

Y su ignorancia crecía día por día, y su edad disminuía día por día. Y el único motivo era la fuerza que tiene el tiempo para borrarlo todo del recuerdo. Y cuando ya no queda nada en el recuerdo, pasa a cebarse con un cuerpo que tampoco recuerda nada, y cuya única guía es la ya malograda mente que lo intenta guiar sin conocer ni su propio rumbo.

Solo cuando no podía hacer nada más que gatear, Amancio Volga se coló dentro de un vagón por mera curiosidad, porque había olvidado qué era aquello, y partió, riendo por haber alcanzado la libertad.

FIN
Darío Bejarano Paredes (Atoman).

tren-estación-miedo-olvido-tiempo



viernes, 2 de febrero de 2018

Una felicitación original para darle el toque final a tu regalo.

Completa tus regalos con una original felicitación.

Un poema corto para los cumpleaños, aniversarios, amigos invisbles... o para cuando te de la gana hacerle un regalo a alguien por que sí!


Si ya tienes tu regalo y no te parece suficiente, a veces una felicitación como esta es una idea super original. Eso sí, si usas esta, al menos pon que la he escrito yo, no me seáis tan pillos.

felicitación-original-regalo
Acompaña tu regalo con un mensaje orginal!!!

Dos acepciones de la palabra regalo:


1.Un regalo es, para quién lo recibe,
un momento, un sentimiento, un alma hechos tangibles.

2.Un regalo es, para quien lo regala,
la sonrisa que, espero, se dibuje en tus labios,
pues es ese, en realidad, mi mejor regalo.

Atoman, que es el menda.

Acompañas tu regalo con una felicitación como esta y consigues hacerlo más original, dejas a quien lo recibe más contento que nada y quedas genial. 

¿Os ha gustado? ¿Alguna vez habéis escrito una felicitación como esta?

¡Decídmelo entonces! Además, si os ha gustado, echadme una manita y seguidme en el blog, simplemente haciendo click en 'seguir', en la columna de la derecha. Hasta luego cocodrilo!

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