Comentario de varias poesías breves de este poeta español de la generación del 27.
'Deseo', 'Unos cuerpos son como flores' y 'Peregrino', tres poemas bonitos de Luis Cernuda, explicados de manera sencilla.
Deseo.
Por el campo tranquilo de septiembre,
del álamo amarillo alguna hoja,
como una estrella rota,
girando al suelo viene.
Si así el alma inconsciente,
señor de las estrellas y las hojas,
fuese, encendida sombra,
de la vida a la muerte.
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Por el campo tranquilo de noviembre... |
En este poema, Cernuda nos habla de cómo el deseo 'tira' de él. El deseo lo arrastra como si de una hoja seca se tratase: está destinada a caer al suelo.
Por un lado, muestra la parte negativa de esto: lo compara con hojarasca, estrellas rotas, sombras... Además, en el último verso habla de la vida y la muerte. Nos cuenta algo así como que esa 'hoja que cae', él mismo, es llevada a su perdición por el deseo. Sin darse él cuenta de ello ('alma inconsciente'), al final siempre lo acabará matando -literal o figuradamente. Muy positivo todo.
Por otro lado, al mencionar las estrellas aporta un matiz. Vuele a hacer que el deseo suene a algo positivo, de ensueño. Porque dicho deseo casi siempre nos parece atractivo, cool, lo sea después o no. Tal vez hasta él mismo no puede evitar verlo así de maravilloso.
Para Cernuda el deseo era un tema muy importante. El veía el deseo como una visión idealizada que hacía mucha pupa a la patata. Porque, decía, sueñas con que tus deseos se cumpliesen, pero en vida real hay que jorobarse... De hecho, llamó a su antología 'La realidad y el deseo'. Es decir, resumía toda su obra poética y su vida como la confrontación entre estos dos mundos.
Unos cuerpos son como flores.
Unos cuerpos son como flores,
otros como puñales,
otros como cintas de agua;
pero todos, temprano o tarde,
serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un hombre.
Pero el hombre se agita en todas direcciones,
sueña con libertades, compite con el viento,
hasta que un día la quemadura se borra,
volviendo a ser piedra en el camino de nadie.
Yo, que no soy piedra, sino camino
que cruzan al pasar los pies desnudos,
muero de amor por todos ellos;
les doy mi cuerpo para que lo pisen,
aunque les lleve a una ambición o a una nube,
sin que ninguno comprenda
que ambiciones o nubes
no valen un amor que se entrega.
No es difícil ver que Cernuda nos habla en este poema del 💖amor 💖.
En la primera estrofa nos dice que, aunque todos seamos diferentes, tenemos en común una cosa. Cuando amamos y, sobretodo, somos amados, estamos más completos. Esto se debe a que, según Cernuda, nos 'apoderamos' de la patata de la otra persona, y es como si ganásemos un pedacito de alma. Esto se aprecia en la expresión 'quemaduras que en otro cuerpo se agranden'.
Además, dice, para sentir las emociones realmente hay que estar enamorado. Por eso, cuenta, el amor convierte 'a una piedra en un hombre'. (Vamos, todo esto es el típico cuento de la media naranja).
¿Pero por qué habla de quemaduras para describir algo positivo? Tal vez compare el fuerte sentimiento de estarse quemando con la intensidad que vive las emociones un enamorado.
Al hablar Cernuda de cuerpos, tal vez también se refiera a la parte más carnal del amor...😏😉(ay, que poeta más pillín...).
En la segunda estrofa nos habla de la excitación por estar enamorado. Nos creemos libres, tenemos esperanza... Sin embargo, algún día caemos de esta ilusión. Te deja el novi@, te dan calabazas, tu crush no te hace ni caso... Pues eso, nuestra quemadura se nos borra del corazón. Y una vez ha desaparecido, es cuando te quemas, esta vez en un sentido más obvio.
Estos corazones rotos se convierten en piedras de nuevo. Piedras de un 'camino', que recorrerán todos aquellos que busquen un amor. Estaremos esperando, hasta que alguien se enamore de nosotros otra vez. Entonces, volveremos a sentir plenamente.
Para terminar, Cernuda nos dice que aunque él no es amado, él sí ama. Dice que se enamora con facilidad, por eso no es 'de piedra'. Él sí experimenta la sensación de amar, pero no lo aman😥. Por eso el forma parte del camino, porque todos lo 'pisotean' al pobre. Sin embargo, nadie se queda con él.
Peregrino.
¿Volver? Vuelva el que tenga,
tras largos años, tras un largo viaje,
cansancio del camino y la codicia,
de la tierra, de su casa, sus amigos,
del amor que al regreso fiel le espere.
Mas ¿tú? ¿Volver? Regresar no piensas,
sino seguir libre adelante,
disponible por siempre, mozo o viejo,
sin hijo que te busque, como a Ulises,
sin Ítaca que aguarde y sin Penélope.
Sigue, sigue adelante y no regreses,
fiel hasta el fin del camino y de tu vida,
no eches de menos un destino más fácil,
tus pies sobre la tierra antes no hollada,
tus ojos frente a lo antes nunca visto.
En este poema, Cernuda nos cuenta algo como 'solo tiene que volver el que no siempre ha estado viajando'. Pero para entenderlo, antes hay que echarle un vistazo a una parte importante de
la vida del poeta.
Recordemos que él pasó la mayor parte de su vida exiliado en América. Sin embargo, no tengo muy claro con quién se identificaba Cernuda al escribir este poema:
- Opción 1: el poema está escrito para consolarse por no poder volver a su país. Intenta convencerse de que España no es su patria. De hecho, él mismo dijo que en este país 'todo nace muerto, vive muerto y muere muerto'.
- Opción 2: Cernuda se identifica con Ulises. Advierte a los demás que no deben echar raíces, sino explorar el mundo, el alma, las emociones... Sin depender de nada.
- Opción 3: Cernuda explica su modo de vida ideal. Un mundo donde ese deseo del que hablamos antes no tenga tiempo de hacer daño. Es decir, no permitir que las cosas duren ni acomodarse a nada. Si lo haces, corres el riesgo de que te haga pupita.
Fuentes: