Un poema sobre los sueños, y sobre no atreverse a que se cumplan.
Una poesía sobre el miedo a que lo que siempre hemos querido se haga realidad.
Un poema sobre cómo el horizonte se traga nuestros sueños al acabar cada día. |
8:33
Hoy se pone el sol a las 8:33.Hoy a las 8:33
se deslizarán mis sueños
de lo que no hice y pude hacer,
arrastrados por el sol, que al sumidero
del horizonte sabe que va a caer
y que, con tal de no morir solo,
muere matando...
esos sueños que por cobarde acabo
atando a un 'mañana tal vez',
que no es sino un 'nunca' camuflado.
Y son tantos los nuncas,
camuflados por tanto cobarde,
condenados a caer por detrás de las olas
que todas y cada unas de las tardes
de vergüenza el horizonte se sonroja.
Y es que no soporta la culpa
de contribuir, a las 8:33 de la tarde,
a la muerte de tantos sueños soñados en balde
porque los que los soñaron no se atreven a que se cumplan.
Darío Bejarano Paredes (Atoman), o sea el menda.
¡Esto ha sido todo! ¡Nos vemos pronto, con más poesía!
Muy buen poema
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